sábado, 21 de noviembre de 2020

Unas navidades diferentes


Como ya todos sabemos, la actual situación de pandemia está afectando a nuestras vidas de tal manera que hemos tenido que modificar nuestros hábitos y rutinas, y variar la planificación de múltiples eventos y celebraciones a lo largo de este año sin precedente. Muchos tuvimos que cancelar nuestros viajes en verano, fiestas de cumpleaños, y hasta bodas en nuestro caso (aunque ya estábamos oficialmente casados). Y ahora es el momento de mentalizarnos de que estas próximas fiestas navideñas no vamos a poder festejarlas del modo que nos gustaría.

Debido a las restricciones a la hora de viajar, mucha gente, tanto en Viena como en otros lugares, se quedará seguramente sin poder visitar a sus seres queridos en otros países, y esto es algo que afectará especialmente a los niños y niñas, que suelen ser los que esperan con más ilusión estas próximas vacaciones. Por ello, en mi escuela, mi compañera de departamento, también orientadora, y yo, en nuestro afán de prevenir situaciones que pudieran impactar negativamente en la salud emocional de nuestros estudiantes, hemos elaborado un documento con algunos consejos acerca del modo en el que los padres pueden comunicar a sus hijos que estas navidades van a ser algo diferentes. Resumiré en esta entrada los principales puntos a tener en cuenta (aunque, en realidad, aquí me he explayado más que en el original), por si hay residentes en el extranjero a los que les pudiera interesar.



Lo primero a tener en cuenta es encontrar el momento adecuado para informar a nuestros niños sobre la situación, planeando con antelación cómo vamos a guiar la conversación. Es mejor si le damos la información con bastante antelación para así evitar expectativas irreales. Elige un espacio de tiempo en el que sueles sentarte a hablar con ellos y empieza tu explicación usando un tono positivo y calmado.

Cualquiera que sea la reacción emocional que los niños puedan expresar, es importante que aceptemos y validemos estas emociones, ya sean de enfado, frustración, decepción y/o tristeza. Debemos asegurarles que es completamente normal sentirse así, que lo entendemos y que empatizamos con ellos. Esta actitud incrementa el sentimiento de confort y seguridad que nuestros hijos necesitan en momentos como este. Si ves que así lo requieren, déjales un rato para que se calmen antes de reanudar la comunicación.















Cuando nos enfrentamos a situaciones preocupantes como esta pandemia, una buena estrategia sería poner el foco en planes alternativos y soluciones que podemos controlar. Si nuestro deseo común es compartir nuestro tiempo y afecto con nuestros seres queridos, pero nos es imposible hacerlo en persona, ¿qué podemos hacer entonces? Comienza una lluvia de ideas junto a tus hijos, y déjales que expresen su creatividad. Esto estimula de paso su resiliencia y su capacidad de resolver problemas. El rango de propuestas dependerá de las circunstancias de cada familia, pero, algunas opciones podrían ser, por ejemplo, preparar felicitaciones navideñas para nuestros familiares y amigos e ir juntos a la oficina de Correos para enviarlas, o hacer a mano algún regalo que les pudiera hacer ilusión (la creatividad de un niño no tiene límites). Recordemos, por otra parte, que disponemos de tecnologías que siguen haciendo posible mantener la comunicación con los que están fuera, organizando video llamadas y otros eventos online.


Otro aspecto fundamental a la hora de manejar situaciones que generan sentimientos negativos es encontrar y enfatizar los aspectos positivos de nuestras acciones, en este caso, quedarnos en casa y no viajar. Explica a tus niños que, de esta manera, estamos protegiendo, no solo a nosotros mismos y nuestros familiares, sino a otras personas en otros países. Resalta y refuerza verbalmente también la paciencia, flexibilidad y conducta responsable de tus hijos al adaptarse a las nuevas circunstancias.

Por otro lado, conviene mencionar que, si bien es conveniente dar explicaciones claras y basadas en hechos sobre la pandemia y sus consecuencias usando, claro está, un lenguaje y vocabulario adaptado a la edad y al nivel de comprensión de nuestros hijos, hay que tener en cuenta que algunos recursos pueden proporcionar información confusa que puede incrementar la ansiedad tanto en adultos como en los menores. Evita la sobrexposición a los medios de comunicación y monitoriza la información que los niños están recibiendo estos días.

Sabemos que discutir este tema no es siempre fácil para los padres y que puede resultar estresante. Por ello, debemos recordar que, antes de tratar esta cuestión con nuestros hijos, tenemos que estar lo suficientemente tranquilos para transmitir la confianza, el apoyo y el optimismo que nuestra familia necesita.


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Para terminar, me gustaría compartir un par de recursos en Internet que podrían ayudar a las familias para hablar, tanto sobre la pandemia en sí y sus consecuencias, como de las precauciones que debemos tomar:

- Aquí tenéis un buen puñado de libros electrónicos gratuitos en diferentes idiomas, recopilados por la Biblioteca Escolar de Nueva York: https://nycdoe.libguides.com/covid-19ebooks/free

- Este artículo de El Mundo, donde aparecen algunos de los puntos mencionados en esta entrada: https://saposyprincesas.elmundo.es/consejos/psicologia-infantil/navidad-coronavirus-ansiedad-restricciones-psicologos/

Espero de verdad que esta lista de consejos y recursos puedan resultar de utilidad a los que tenéis hijos y tengáis que modificar vuestros planes en estas navidades. Va ser un enorme sacrificio para mucha gente, pero seguro que repercutirá a la larga de forma positiva en una pronta vuelta a la normalidad que todo el mundo espera.

 

Un saludo y a cuidarse mucho.

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