sábado, 5 de marzo de 2022

¿Qué puedo hacer?

En medio de la incertidumbre y la preocupación por el conflicto del que estamos siendo testigos, todavía se pueden encontrar gestos humanos que aportan algo de esperanza y dan para creer que otro mundo es posible. Son muchas las personas que en los últimos días están colaborando con acciones de ayuda humanitaria, tanto directa como indirecta, a través de donaciones, para las víctimas de esta tragedia. Tal y como apuntaba en la entrada de la semana pasada, hay multitud de pequeños gestos que podemos llevar a cabo en estos momentos y que, unidos a otras iniciativas, se convierten en una acción global poderosa y que anima a hacer de la solidaridad un modo de vida. En esta entrada explicaré algunas de las maneras en las que tú, tú y también tú, podéis ayudar en esta crisis, centrándome especialmente en las acciones dirigidas hacia las personas refugiadas. Son opciones, principalmente, para las personas residentes en Austria, pero algunas, como las donaciones, por ejemplo, también se pueden llevar a cabo desde otros países.




En los próximos días, las primeras personas refugiadas empezarán a llegar a Viena y otras ciudades austriacas donde diversas ONGs coordinan sus esfuerzos para proveerles de toda la ayuda necesaria. Algunas de estas asociaciones (ver una lista actualizable más abajo) requieren voluntarios para realizar diferentes labores y servicios concretos, como transportistas, intérpretes, traductores, o profesionales de la salud. La comunidad ucraniana en Austria ha organizado una página web donde también es posible registrarse como voluntario y/o colaborar con aportaciones económicas o bienes de primera necesidad. Se puede visitar en este enlace.

Por otra parte, la asociación de psicoterapeutas de Austria (ÖBVP) necesita psicoterapeutas y otros profesionales relacionados con el apoyo socioemocional, con inglés, ucraniano o ruso fluido (si quieres colaborar, o conoces a alguien al que le pueda interesar, envía un email a ukrainehilfe@psychotherapie.at).



 

Otra campaña que ya está en marcha para ayudar a las personas refugiadas, en este caso con el alojamiento, es la organizada por la agencia federal de servicios de atención y apoyo a compañías de responsabilidad limitada en Austria (la BBU). Esta organización, en cooperación con el Ministerio de Interior, está coordinando una red de apoyo de ciudadanos dispuestos a alojar a personas que vienen huyendo del horror. Si tienes espacio disponible en tu casa o dispones de una segunda residencia que puede ser utilizada para este fin, puedes escribir un email a nachbarschaftsquartier@bbu.gv.at. También puedes contactar con la página de Homes for Ukraine, organizada por la comunidad ucraniana en Austria.
Tanto si resides en Austria como en otro país, también puedes colaborar con alojamiento a través de la web de Ukraine Now, y completar un formulario: https://www.ukrainenow.org/i-can-host

 

Si no dispones del tiempo para ejercer como voluntario ni del espacio para poder alojar, y te gustaría aportar tu granito de arena para ayudar a las personas refugiadas, hay varias asociaciones e instituciones que están organizando campañas de donaciones, recogiendo ropa, medicamentos, juguetes, productos de higiene personal, y otros artículos. Por ejemplo, en la iglesia de Santa Barbara en Viena, en Postgasse 8, se recogen todas las tardes bienes que son transportados a la frontera entre Eslovaquia y Ucrania. También se pueden hacer donaciones en la Universidad de Artes Aplicadas (Oscar Kokoschka Platz, 3). En otras ciudades, como Salzburgo, la asociación cultural polaca recoge productos para llevar a la frontera de Ucrania con Polonia, algo que también estamos haciendo estos días en mi escuela (si alguien quiere donar por esta vía, me puede contactar directamente por el blog o por redes sociales).

 
Tanto para hacer aportaciones económicas como para ofrecerte como voluntario/-a, puedes contactar con las siguientes organizaciones:

 


Además de todo lo enumerado, hay otras muchas acciones que podemos hacer en nuestro día a día y que van desde la promoción de la paz y la educación en valores tales como el respeto, la justicia y la empatía a vuestros hijos/-as, hasta movilizarse y levantar la voz contra las injusticias. Aquí también entraría no quedarse callado cuando alguien os venga con la retórica de rechazo a todo lo que tenga que ver con Rusia y sus ciudadanos, que no tienen la culpa de todo este despropósito.
 
Incluso podéis colaborar no haciendo nada, desde el sofá de vuestros hogares, como apuntaba Paco Bernal en su blog Viena Directo ayer mismo, haciendo un uso responsable de los recursos para así reducir la dependencia energética de Rusia que tenemos actualmente.
 
Y, por supuesto, no os olvidéis de colaborar con las personas más cercanas y que también están pasándolo mal de un modo u otro en estos días. Pasa tiempo con ellas y escúchalas, porque nunca sabes ni cómo ni cuándo la vida puede volver a cambiar en estos tiempos tan volubles en los que nos encontramos.
 
Un fuerte abrazo y a seguir sumando apoyos.



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