Situada en medio del Danubio a su paso por Viena, con una extensión de 21 kilómetros de largo y solo 200 metros de orilla a orilla en su parte más ancha, la isla artificial de Donauinsel es uno de los lugares más populares de la capital para practicar todo tipo de actividades al aire libre. Su privilegiado enclave, libre de vehículos a motor y con fácil acceso desde diversas partes, la convierte en un sitio perfecto para pasar el día. Desde que llegamos el año pasado teníamos en la mente recorrernos la isla a pie de punta a punta, y hace unas semanas por fin nos dimos el gustazo. Aquí va este repaso de uno de nuestros lugares preferidos de la ciudad.
La construcción de Donauinsel se inició en 1972 como parte de un plan para contener las inundaciones del Danubio. El proyecto pudo finalizarse en 1988, convirtiéndose el canal que quedó al margen izquierdo del río en lo que se conoce como el Nuevo Danubio (Neue Donau). La isla se fue completando con vías para bicicletas y caminantes, puentes (hasta un total de 15 contando varias pasarelas peatonales), y varias zonas recreativas donde practicar una amplia gama de deportes o para, simplemente, hacer un picnic. También hay algunos puntos con parrillas para hacer barbacoas y áreas nudistas (las denominadas zonas FKK, siglas de Freie Körperliche Kultur, “cultura corporal libre”)
A pesar de ser enteramente llana, la ruta desde una punta de Donauinsel (nosotros empezamos en la parte de Langenzersdorf) hasta la otra no se hace para nada aburrida. Por el camino se pueden ver vistas muy pintorescas como las de la colina de Kahlenberg a la derecha al principio del recorrido o la zona conocida como Kirschenhain, con sus cerezos en flor. Estos árboles forman parte de los 1000 ejemplares que el gobierno de Japón regaló a la ciudad de Viena con motivo de su 1000 cumpleaños en el año 2002. Es uno de los lugares más bonitos que hemos podido encontrar aquí desde que llegamos.
Donauinsel también es un lugar idóneo para los amantes de la naturaleza. Existen diferentes biotopos a lo largo de la isla como, por ejemplo, el de Toter Grund (traducido como “tierra muerta”) que, a pesar del nombre, está llena de vida. Es residencia habitual de varias especies de aves acuáticas, anfibios y hasta castores, que dejan su obvio rastro en los troncos de los árboles de esta zona. También hay que destacar la zona pantanosa de Hüttenteich, un poco más adelante, o el estanque de Tritonwasser, justo antes del Ponte do Samba .
Ya sea caminando, corriendo, en bicicleta, o navegando en kayak por el Neue Donau, el área de Donauinsel nunca defrauda y menos ahora que por fin ha llegado el buen tiempo. Además, en unos pocos días abrirán de nuevo los bares y restaurantes de esta zona, un reclamo más para una isla a la que le sobran atractivos.
Si queréis más información sobre Donauinsel y descargaros un mapa detallado (en alemán) con todos sus servicios y lugares de interés, podéis visitar la sección correspondiente en la web oficial del ayuntamiento de Viena: https://www.wien.gv.at/umwelt/gewaesser/donauinsel/inselinfo/
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