Siguiendo con el repaso a algunos lugares interesantes en Baden, he dejado esta entrada para el que me pareció el rincón más particular y curioso de todos los que llevo visitados desde que llegué a Austria. Se trata del museo de muñecas y juguetes, que acoge la colección privada de Helga Weidinger, la señora que hace 30 años decidió iniciar este precioso proyecto. Algunas de las reliquias se remontan a finales del siglo XVIII, aunque la mayoría de objetos son de principios del siglo XX. Vamos a echarle un vistazo a este sitio único que seguro que no os dejará indiferentes.
Los diferentes ejemplares que se muestran en este museo se distribuyen en dos pisos y están ordenados de manera temática. Aparte de infinidad de muñecas, se pueden encontrar otros juguetes como trenes, cochecitos, caballos de madera y animales de peluche, como uno de los primeros osos “Teddy” comercializado por la compañía estadounidense Steiff, que bautizo a este popular muñeco en honor al presidente Theodore Roosevelt. Entre estos tesoros, hay también una vitrina dedicada a muñecas japonesas y una mini colección de marionetas
Las sensaciones al observar con detalle cada estantería son muy variadas y van desde la repulsa hasta la fascinación. Es la típica situación en la que eres consciente del mal rollo que da el asunto pero, al mismo tiempo, no puedes despegar la vista de esos inquietantes ojos de cristal. ¿Quién no ha sentido alguna vez un escalofrío asociado a estos inofensivos juguetes? En la cultura popular, siempre ha existido cierta relación entre las muñecas antiguas y el terror (el caso más famoso seguramente sea el de Annabelle), lo que a muchos nos lleva a cierto rechazo. En mi caso, sigo traumatizado con aquella escena de la película de Barbarella en la que la heroína espacial es atacada por una pandilla de muñecas con más malas pulgas que Cristiano Ronaldo sin poder usar Instagram. Vaya “yuyu”.
El museo de muñecas y juguetes de Baden está situado muy cerca del Kurpark, a pocos metros del casino, y abren todos los días menos los lunes de 4 a 6 de la tarde (los fines de semana abren a las 2). Tenéis más información en su página oficial, www.puppenmuseum-baden.at, de la que he sacado la información para esta entrada.
Aprovechad si tenéis la oportunidad para ir ahora, que a partir del jueves vuelven a echarle el candado como al resto de museos del país. ¡Que lo paséis bien!