domingo, 12 de junio de 2022

Con mucho orgullo

Según informaba el diario austríaco Kurier hace unos días, en una biblioteca de Viena, donde iba a celebrarse un evento de lectura de cuentos relacionados con el respeto a la diversidad sexual, un grupo de radicales tapiaron la entrada del recinto en señal de protesta. En el muro podía leerse la inscripción #nopridemonth (no mes del orgullo). Actos de odio y homofobia como este, que suelen considerarse casos aislados, no son más que la punta del iceberg de una actitud de rechazo generalizada hacia lo diferente que todavía se percibe en nuestra sociedad. Por ello, eventos como el desfile del orgullo, que se celebró ayer en la capital austríaca, donde además de una fiesta es una oportunidad para la reivindicación y la protesta, siguen siendo más necesarios que nunca.





El desfile del orgullo o Regenbogenparade (traducido como “desfile arcoiris”) se lleva celebrando en Viena desde 1996, y desde entonces ha ido atrayendo a miles de participantes que cada año llegan desde diferentes partes del mundo. En esta edición, según las cifras oficiales, acudieron más de 250000 personas. Más allá de que es un evento totalmente inclusivo, donde cualquiera puede unirse independientemente de su orientación sexual o identidad de género, y su carácter festivo, no se puede olvidar que el día del orgullo es una fecha en la que se recuerda la lucha del colectivo LGBTIQ+ por defender sus derechos y libertades. Es también una ocasión para protestar contra los prejuicios y la discriminación que todavía sufren estas personas en muchos países del mundo, algunos de los cuales penalizan la homosexualidad como el caso de Catar, donde se jugará el próximo mundial de fútbol ante la mirada cómplice de gobiernos e instituciones.






Aunque Viena sea una ciudad aparentemente inclusiva para el colectivo LGBTIQ+, en Austria las actitudes hacia la homosexualidad y la aceptación de ciertos derechos como el matrimonio o la adopción, son más bien conservadoras en comparación con otros países más inclusivos según las encuestas, como España, Dinamarca o Países Bajos. Según el último Eurobarómetro en 2019 sobre la aceptación social de personas LGBTIQ+ en la Unión Europea, un 30% de los austríacos se oponen al matrimonio homosexual, un 40% de sienten incómodos al ver a dos hombres mostrarse afecto en público (34% si son dos mujeres), y un 24% se sentirían incómodos si su compañero o compañera de trabajo fuera una persona transgénero.
Podéis consultar el informe completo en este enlace



 

 

 

 

 

 

 

 

 

Una de las mejores formas de combatir la discriminación y los prejuicios asociados a las personas LGBTIQ+ es a través de la educación, trabajando la diversidad y el respeto a todo el mundo independientemente de su sexualidad. En mi escuela en este mes estamos trabajando el tema de la diversidad en las familias y también los estereotipos y los roles de género con el alumnado de Primaria. Las clases están yendo muy bien y las reflexiones y discusiones están siendo muy interesantes. Espero que sirvan para prevenir conductas de odio en el futuro. Si alguien está interesado en materiales didácticos que cubran estos temas, aquí dejo este enlace de un programa llamado “Ready, Set, Respect” con planes de clase y materiales para Primaria. 

Dos de los libros que estoy utilizando















Y por supuesto, si no queremos que la intolerancia y el odio campen a sus anchas por nuestros espacios públicos, no apoyemos ni les demos altavoz a aquellos grupos políticos que hacen del rechazo al diferente su bandera. Volviendo a la noticia del principio, este incidente fue reivindicado por un grupo identitario de extrema derecha. Se vienen elecciones por Andalucia, que no se nos olvide la responsabilidad que conllevan nuestros votos.

Que paséis un feliz mes del orgullo y que ojalá nadie os tenga que decir nunca a quién amar, qué decir, qué vestir, a qué jugar, o en qué trabajar en función de vuestro sexo.


Fuentes:

 


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